Olla

Hna. Evelyn Martínez

La olla es un recipiente para cocinar específicamente usado para cocer o guisar alimento, hervir agua.

La olla para nosotros es el corazón donde colocamos alimentos para que se procesen. A veces podemos echar en la olla cosas que no aprovechan, por ejemplo comedias, música emocional o dejar que se pudra con un alimento y la olla que es el corazón se llenará de muerte.

En 2° Reyes 4,38-40 un profeta que seguía al profeta Elíseo fue a buscar cosas para hacer un guiso, y encontró frutos silvestres que puso en la olla, cuando los profetas probaron el guiso gritaron “¡La comida está envenenada, hombre de Dios! ”, pero el hombre de Dios (el profeta Elíseo) le puso harina y pudieron comer.

Podríamos preguntarnos:

¿Qué estamos echando a nuestra olla?
¿Qué estamos permitiendo que otros echen a nuestro corazón?

Preguntémonos que vemos en nuestro corazón: ¿Hay alimento para vida?  o ¿La olla está envenenada?. Si hay vida, amén. Vivamos para el Señor, pero si está envenenada, gritemos este día pero no a Elíseo, sino al Profeta Mayor.

¡Jesús, hombre de Dios, hay muerte, echa en nosotras la harina!

Danos para que tengamos en nuestra olla pan de vida. Usemos la Palabra de Dios que es viva y eficaz para cortar toda obra de la carne y dar vida en abundancia.

No dejemos que las envidias, raíces de amargura y las obras de la carne sean veneno en nuestros corazones, sean podredumbre, porque con el corazón se ama, con el corazón se odia. No dejemos que quede sucia y sea quebrada.

En Zacarías 14:20-21 nos dice: “En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVÁ; y las ollas de la casa de Jehová serán como los tazones del altar. Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jehová de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos.

El Señor cada día nos demanda que seamos ollas consagradas a Él, que nuestra olla este llena de Él, que el alimento sea renovado, la olla limpiada, purificada por Su Palabra y se use para cocer alimento en santidad. El Señor vuelve pronto y demanda de nosotras cada día “SANTIDAD A JEHOVÁ”.