Tan importante el consejo de una madre, el consejo de amor para sus hijos de como elegir una mujer virtuosa
Un desafió para ser una mujer cristiana de gran estima, preciosa llena de Cristo.
Como mujeres vivimos en tiempos donde el feminismo ha influido a la Iglesia. Pero la mujer cristiana debe ser confiable, aceptar la sumisión como un orden de Dios en el matrimonio y el corazón del marido pueda estar confiado.
La escritura nos dice cuales son nuestros deberes como esposas, madres y es lo que Dios puso en nuestras vidas, y es lo que se nos demanda, un rol que solo se puede ejercer siendo una mujer cristiana, de otra forma no se puede.
Debemos ser mujeres que amemos a Dios, hacer todo que viniere a nuestra mano, revistiéndonos de la armadura de Dios para fortalecernos en EL.
La carne siempre va estar, pero en el dolor demos la pelea con la actitud correcta, poniendo todo delante del Señor. Deseemos ser como la mujer de Proverbios, un modelo que solo lo puede vivir una mujer cristiana, pues espíritu anhela lo del Dios y sabe a quien rinde su voluntad.
Cuidemos lo que el Señor nos da. Que nuestro hogar tenca un rico olor, haciendo la comida, el orden sobre todo con gozo como mujeres amando a Cristo y a los nuestros.
Esta mujer de Proverbios considera , lo piensa todo antes, es reflexiva, pide consejo, porque hay deseos en el corazón que no son malos, pero pueden sacarnos de nuestro caminar como cristiana.
Así que en los negocios del Padre nos conviene estar, que son negocios del Reino, el amor por las almas, que seamos lumbreras haciendo la Palabra vida en nosotras, esperando la venida de Jesucristo.
Entretejer, meter o injerir en la tela que se teje diferentes hilos para que hagan distinta labor, de manera diligente, aunque cansador pero honrando al Señor.
La mujer de proverbios no mama sus posesiones, por ende puede ser generosa con el corazón tratado, ella reconoce que Dios sustenta su casa y abre camino de trabajo y si algo tiene es sólo por la misericordia de Dios.
LA mujer de Proverbios se ha preocupado de lo que viene, ella viste de ropas dobles a su familia porque ora intercede para cubrir a sus hijos, a la vez que los cubre con ropa.
Es hermoso tener una casa adornada, pero es mas hermoso nosotras reflejar las virtudes de Cristo en nuestro hogar.
Ella se preocupa de las cosas de su marido, somo responsables de levantar sus vidas con la verdad de las Escrituras, no en los sentimientos.
El Señor nos viste de dignidad, pero muchas veces no nos reímos de lo porvenir. Jesucristo nos viste de fuerza y honor para que tengamos animo y solidez en Jesucristo.
Frenemos nuestra boca al hablar al escuchar consejo, no seamos contenciosas, hablemos con prudencia, siendo respetuosas prudentes sin bromas para no destruir ni respondiendo mal sino como dice Proverbios con clemencia.
El hogar de la mujer virtuosa era un lugar donde también habían problemas, dificultades y pruebas, pero esta mujer no dependía de las circunstancias sino que toda su confianza estaba en el Señor, entonces su conducta era apropiada y ella era alabada.
La belleza física es transitoria, pero la belleza de un corazón transformado prevalecerá en la eternidad.
Corazones transformados por Cristo 