“sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”. 1 Pedro 3:4
En el mundo la mujer que es considerada es la que habla más fuerte sin embargo la consideración es la reflexión meditada que expresa la opinión que se tiene sobre alguien o algo. En este sentido debemos tener consideración por nuestra pastora porque ella está en una función dada por Dios, una función de estima. El rostro de nuestra pastora refleja cariño. Pero nosotras ¿Qué reflejamos en el rostro? Cuando nos enojamos cambia el rostro, y eso está mal porque con nuestra mirada menospreciamos y hasta somos falta de respeto. O cuando estamos enfermas el rostro se ve decaído. A veces miramos con ojos altivos mostrando desconsideración teniendo un concepto alto de nosotras mismas y va más allá de maquillarse, es reflejar un corazón duro, y no un espíritu afable y apacible, lo que sí estimado por Dios. Con nuestros rostros y actitudes alejamos a los que nos rodean tristemente, queriendo muchas veces mostrar el rostro de una forma de religiosidad, siendo que debemos mostrar amor, mostrar las virtudes del corazón que Cristo puso en nosotras.
¿Cómo envejecer con dignidad?
Siendo consideradas, respetuosas, siendo agradecidas, sin un carácter burlesco ni demandante, reflexionando. Que cuando seamos confrontadas no reaccionemos con tanta palabra sino apacibles. Cuando estemos enojadas no reaccionar con falta de humildad de consideración. Los rostros hablan ¿está nuestro rostro alegre? Muchas veces nuestras miradas son como el lenguaje y estas son como golpes de espada. Después nos sentimos abandonadas, vivamos como mujeres plenas dichosas. Que en nosotras encuentren refugio, bendición, el Señor nos libre de ser maldición.
En este programa tuvimos el privilegio de ver la entrevista a nuestra pastora presidente Cecilia Molina que compartimos a continuación algunas fotos:
Corazones transformados por Cristo 