Abdias.Su nombre deriva del hebreo y significa “sirviente, servidor, adorador de Dios”. Se desconoce el autor del libro de Abdías, según ciertos escritores posiblemente fue un príncipe enviado por el rey Josafat para adoctrinar al pueblo de Israel junto con otros dos príncipes según la ley del Señor.El propósito del libro de Abdías es un propósito profético: Edom sería destruida por su odio contra Israel, el pueblo elegido por el Señor.”Pero en el monte Sión quedará un remanente, Y será lugar santo, Y la casa de Jacob volverá a tomar sus posesiones”, Abdías 17.
Con la caída de Adán en el Edén entró el pecado y trajo terribles consecuencias para toda la humanidad desde entonces. El hombre gozaba de un lugar, era un paraíso en el que podía disfrutar de la comunión con Dios. Más Adán junto a Eva tuvieron que salir de ese lugar a la tierra donde iba a trabajar muy duro, había cardos y espinos. Ellos fueron echados. Desde entonces el enemigo se ha ensañado con las generaciones de Adán. Entre ellos se han levantado unos contra otros. En Abdias podemos ver como los edomitas, descendientes de Esaú tenían odio contra los judíos, la casa de Israel. Esa violencia de los edomitas los llevaría a su destrucción, Dios iba a salvar de esta manera a su pueblo, a un remanente de la casa de Jacob.
¿Qué hay detrás de Su Nombre?Es nuestro gran Salvador. En medio de que los pecadores serán destruidos, nosotros tenemos la promesa de la Salvación. Pronto nuestro Señor viene, la humanidad está corrompida, las leyes se han levantado, quieren adoctrinar a nuestros niños, destruir las familias; lo que Dios ha constituido ¿Qué haremos? Tenemos que buscar al Señor, perseverar con fe, ser parte del remanente en el monte de Sion. Muchas veces nos miramos y reconocemos que somos como vasos sucios, indignos y no estamos preparados para ir con el Señor cuando la trompeta suene. El Señor nos amonesta, aunque el Señor nos use en sus propósitos, para lo que nos creó, tenemos el riesgo de quedarnos, entonces limpiémonos, tomemos la Salvación para nosotros, volemos a la tierra prometida, a volver a tomar la posesión que el pecado nos quitó.
Jonás. Su nombre significa Paloma, el nombre de su padre fue Amatai que significa “verdad”. Jonás nació durante el reinado de Jeroboam III, entre 793 y 753 antes de Cristo, en de Gathfer a unos 4 kilómetros de Nazaret, en Galilea. Jonás es el único libro del Antiguo Testamento que trata exclusivamente de la comisión encargada por un profeta de Dios de ir a una ciudad pagana, a Nínive, a proclamar un mensaje de juicio, que iba a llevar a arrepentimiento.
Muchas veces nos rehusamos al llamado del Señor, no queremos hacer su voluntad, empezamos a buscar pretextos, nos ensimismamos. Cuando un profeta tiene que decir algo a un hermano y sabe que va a causar mucho dolor y no se quiere decir porque ama a la persona. ¿Cúantas veces huimos de nuestro llamado? Jonas huyó, como él nosotros también huimos, no hacemos la voluntad de Dios. Estamos escondidos en una ballena bajo el mar sin llevar el mensaje de Dios a aquellos a los que se extendió su preciosa misericordia.
Jonás finalmente llegó a la tierra extranjera y hubo arrepentimiento. “¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?”, Jonás 3:11.
¿Qué hay detrás de Su Nombre?Jesucristo es el Gran Misionero, enviado por Dios, vino de la patria celestial trayendo el mensaje, la Salvación.
“Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:15-16.
Un mensaje que debe ser pregonado, en Jesucristo tenemos Salvación, perdon de pecados, restauración, así como Nínive se vistió de silicio así las almas deben tener arrepentimiento. No huyamos, cumplamos nuestro propósito: “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.
Corazones transformados por Cristo 