Hijo de Dios

El evangelio de Juan según Ireneo de Lyon se escribió en Éfeso, en los tiempos del emperador Trajano (98 a 117). La tradición de la Iglesia primitiva sugiere que Juan escribió el evangelio hacia el final de su vida, alrededor del 90 d.C.

¿Quién era Juan?
Juan en hebreo “Yohanan” que significa “El Señor es misericordioso”, era hermano de Jacobo (ambos discípulos del grupo selecto de Jesús). Era hijo de Zebedeo, de oficio pescador en el mar de Galilea (Mateo 4:21). Su madre probablemente podría ser Salomé (Marcos 15:40, Mateo 27:55-56). La mayoría de los autores consideran a Juan el más joven del grupo de los doce. A Juan a su hermano Jacobo, Jesús los apellidó “Boanerges” que significa “Hijos del trueno” por su gran ímpetu.
Juan estuvo con Jesús en ocasiones especiales: en la resurrección de la hija de Jairo, en la transfiguración, en el huerto de Getsemaní y en la aparición de Jesús resucitado y la pesca milagrosa.

Juan fue desterrado a Patmos durante el gobierno de Domiciano y habría muerto a edad avanzada.
El evangelio de Juan es único entre los cuatro evangelios, relata el ministerio de Jesús en Judea y en Jerusalén que omiten los otros tres evangelios.

¿Cuál es el propósito del evangelio de Juan?
El primer propósito queda explícito en el capítulo 21: 31 “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”.
En ese tiempo se había levantado una peligrosa herejía concerniente a la naturaleza, persona y deidad de Jesucristo, dirigida por un judío llamado Cerinto, él y sus seguidores negaban el nacimiento sobrenatural de Jesús, haciéndolo hijo de José y María.
El evangelio de Juan enfatiza la deidad de Jesús como el “Hijo de Dios” desde el inicio hasta el final.
Una de las características más notables de este evangelio es el prólogo (1:1-18) el cual presenta a Jesús como el Logos eterno, o el Verbo (Palabra). Él creó el universo.

La gracia salvadora de Cristo para los creyentes se muestra en las siete declaraciones de “YO SOY” en los que Jesús se identifica como:
El pan de Vida, dado del cielo por el Padre (6:35)
La Luz de mundo, que guía a los creyentes como la nube de gloria que guió a Israel en el desierto (8:12)
La puerta, a través de la cual sus ovejas entran y encuentran seguridad (10:7-9)
El buen pastor, que pone su vida por sus ovejas y las llama por su nombre (10:11)
La resurrección y la vida, el único que revela al Padre y la única ruta por la que cualquiera podría acercarse al Padre (11:25)
El camino, la verdad y la vida, el único que revela al Padre y la única ruta por la que cualquiera podría acercarse al Padre (14:6).
La vid verdadera, produciendo fruto agradable para el viñador. (15:1-5).

Ministración
El verbo se humanó. El gran Yo soy se reveló con toda su deidad al hombre, estaba antes de todo. Dejando su trono de Rey, el hijo del Dios viviente vino a morir para redimir al hombre.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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