Salmo 16:11: “Me mostrarás la senda de la vida, en tu presencia hay plenitud de gozo delicias a tu diestra para siempre”.
Todo ser humano tiene distintas expectativas, como tener una profesión, un buen trabajo, pero hay personas que tienen una buena profesión pero no trabajan en ellas.
La Palabra “expectativa” quiere decir esperanza o posibilidad de conseguir una cosa, una creencia centrada en el futuro y puede ser o no realidad
Por lo cual, la expectativa es a futuro, personales, en la sociedad o variadas
Podemos ver a Dina, hija de Lea y Jacob, quien era una doncella cuidada, dirigida por sus padres, pero ella tuvo otras expectativas; salió a ver a las hijas del país, no conformándose con la vida familiar que ella tenía, tomándola un príncipe, Siquén, quien no tuvo ningún noviazgo con ella si no que la deshonró. Por el deseo, la expectativa de ella, por eso el la toma de esa forma, el corazón de Dina es engañado alimentando sus expectativas basadas en emociones , provocando daño a su entorno, destruyó su familia, provocó muertes.
También tenemos a Lea, una de las esposas de Jacob, sabemos que Jacob trabajó siete años por Raquel (hermana menor de Lea) de quien él se enamoró, pero su padre le pasó a su primera hija Lea.
Lea sabía que Jacob no la amaba a ella como amaba a Raquel, pero aún así pudo tener varios hijos, teniendo expectativa que por ellos él la amaría, ella se sentía menospreciada porque su esposo no la amaba. Así hoy en día nos hacemos expectativas en nuestros matrimonios, así se van engañando las emociones.
También está la mamá de Sansón, quien no podía tener hijos, pero el ángel de Jehová la visita y le dice que tendría un hijo. Podemos imaginar las expectativas de esta pareja por poder tener un hijo, sabemos que el engaña a sus padres y se casa con una mujer Filistea, pero sus padres tenían otras expectativas para él.
También está Noemí, casada y con dos hijos decide irse junto a su familia a Moab, ya que Israel estaba pasando hambre y había poco trabajo, así se van con expectativas pensando que allá les iría mejor, pero su esposo y sus dos hijos fallecieron. Así también es hoy en día, cuando nuestros hijos van creciendo y no cumplen nuestras expectativas porque nosotros creamos expectativas con nuestros hijos.
No estamos viendo la verdad y se van creando falsas expectativas, lo cual no está bien, debemos ver dónde está basado nuestro corazón, debemos cuidar nuestras emociones, no compararnos, no ver lo que la otra tiene, si nosotras tenemos todo, no alimentemos expectativas, si no basemonos en la verdad, actuemos en fe, creámosle al Señor y no hagamos expectativas.
Corazones transformados por Cristo 