¿Cómo sirves a los que te rodean?


Le da bien y no mal todos los días de su vida.

Priverbios 31:12


Queremos ejemplos de mujeres que no hicieron bien a sus maridos

El primero, el matrimonio de Sáfira y Ananías, ellos prometieron voluntariamente el dar el dinero de la venta de una heredad para los necesitados, pero no lo hicieron. Como consecuencia Ananías murió y cuando Safira tuvó una oportunidad de cumplir, ella mintió y también murió. (Hechos 5) Está secuencia nos permite ver que ella no instó a su marido a no mentir, no le hizo bien.
Un segundo ejemplo, el matrimonio de Acab y Jezabel. Acab quiso obtener la heredad de Nabot para sí, ante la negativa él se frustró. Al verle Jezabel, ella le instó a que haga violencia, ella no le hizo bien. (1 Reyes 21)

Mas tenemos un hermoso ejemplo de como Abigail le dio bien a su esposo Nabal, un hombre muy malvado, necio. David fue a buscar justicia contra Nabal cuando el no recibió la recompensa de sus cuidados a su ganado. Pero, ella se puso por él, cuando él iba a ser ajusticiado por David. Abigail con un corazón sereno, dulce pidió misericordia. (1 Samuel 25). Ella no mal hablo de Nabal, ella le hizo bien.

Ministración

Como una mujer casada le da bien a su marido:

-Siendo ayuda, cubriendo sus necesidades; lavando y planchando su ropa, preparando su almuerzo a tiempo, esperándole con una casa ordenada. 

-Siendo amable con él.

-Riendo juntos, esforzándonos por tener momentos agradables. Si reímos con otras personas, con mayor razón hacerlo con nuestro esposo.

-Apreciándole, haciéndole  sentir importante. 

¿Cuántos de los varones cocinan en la casa? Muchas veces no son cuidadosos, y les damos mal si les criticamos en lugar de apreciarlos.

 La mujer de proverbios le hace bien todos los días de la vida. Abigail conocía como era su esposo y ella conocía su lugar como esposa de él, estaba en una buena posición ya que Nabal era acomodado. (1 Samuel 25)

La escritura nos dice cuales son nuestros deberes como esposas, madres, y es lo que Dios puso en nuestras vidas, si hay mujeres que salen a trabajar también ellas están llamadas a ejercer este rol. Un rol que solo lo puede asumir una mujer cristiana y rendida al Señor, que quiere ser moldeada para tomar ese diseño que nos dio el Señor.

 

Le da mal a su marido:

 

-Hablando mal de él. 

-Perjudicando su economía. 

-Negándose como mujer en la íntimidad y en los quehaceres del hogar. 

-Teniendo todo desordenado cuando llegua del trabajo, esto les  causa molestia y enfado. 

-Dándole malos consejos, como lo hicieron Jezabel y Safira.

 Cada una de nosotras eligió al esposo que tiene, algo nos gusto de ellos. No queramos cambiarlos, eso es dar coses contra el aguijón, nos llevará a reclamar, a ser vengativas. Muchas veces podemos ser vengativas en la intimidad, hermana no se niegue, valorice el hombre que tiene a su lado. Aunque el varón este muy cansado el desea ese momento. La mujer de Proverbios “le da bien y no mal todos los días de su vida”.

Hagamos lo que tenemos que hacer, imitemos a Abigail, más a Jezabel y Ananías mirémoslas de lejos.

 

¿De qué forma podemos dar bien a nuestros hijos? 

                                                                         

-Siendo un buen ejemplo para ellos.

-Atesorando a nuestros hijos

Recordemos Salmos 127:3 los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. 

-debemos enseñarles y corregirles en gracia y Amor. 

 

¿De qué forma les podemos dar mal a nuestros hijos? 

 

-siendo un mal ejemplo mintiendo, siendo irresponsables, siendo de doble ánimo. 

-no cubriendo sus necesidades cotidianas como almuerzos, su ropa limpia. 

-no creando hábitos en ellos; puntualidad, perseverancia, hospitalidad, etc.

-llevando a ira a nuestros hijos. 

 

En  Efesios 6:4 nos dice:” Y vosotros padres no provoquéis a ira a vuestros hijos sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. 

-No pidiendo perdón, demostramos orgullo y no estaremos preparando apropiadamente a nuestros hijos a pedir perdón y perdonar a otros. 

 

Consideremos que los niños no están en el centro de un matrimonio, sino que ellos deben estar alrededor. Hacerles creer que ellos son más importantes les hacemos mal.

 

Como mujer soltera:

Como solteras la palabra de Dios también se aplica a nosotras de diferentes formas. 

 

¿Cómo una mujer soltera puede dar bien a sus padres en vida?   

Una mujer soltera que aún estudia y depende económicamente de sus padres da bien a sus padres amándolos, obedeciéndoles, respetando las reglas de familia, ayudando a mantener la casa ordenada, colaborando con el cuidado de ellos. Si trabajamos podemos aportar con los gastos del hogar. 

La Biblia en Efesios 6:2 dice: “El primer mandamiento que va acompañado de una promesa es el siguiente: Obedezcan y cuiden a su padre y a su madre.”

Dios dará recompensa y una larga vida, si somos obedientes a nuestros padres.


¿Cómo una mujer soltera puede dar mal a sus padres en vida?


Cuando realizamos actos necios los avergonzamos a causa de nuestra desobediencia. La escritura dice que el hijo necio es tristeza de su madre.

Si tenemos trabajo y no colaboramos con los gastos de nuestros padres, somos malagradecidos y estaríamos dando mal a nuestros padres.

Si los despreciamos y no tomamos en cuenta sus consejos.


¿Cómo una mujer soltera puede dar bien en la iglesia?


Una mujer soltera da el bien a la iglesia, siendo partícipe del ministerio de la predicación y aportando con sus  bienes. Por ejemplo, Lidia una respetable mujer de negocios y posiblemente soltera, insistió en dar hospitalidad a Pablo y a sus compañeros en Filipos, ella colaboraba económicamente para que la predicación del evangelio se expandiera.

Uno de los ejemplos más ilustrativos en la biblia es la de Dorcas o también llamada Tabita, era llamada discípula de Jesús, abundaba en buenos hechos y en dádivas de misericordia, entre los cuales estaba el hacer prendas de vestir para las viudas necesitadas. (Hechos 9:36, 39.)  Tabita daba bien al prójimo con su oficio, un servicio al Señor con el talento que Dios le había dado.

Una mujer soltera puede hacer bien en la Iglesia, ya que al ser autónoma puede ayudar a las hermanas ancianas de poca movilidad limpiando sus casas, cuidando los niños pequeños de madres exhaustas, ¡si!  darse como personas dando un servicio al Señor, limpiando casas de abuelitas, por ejemplo, animando y ayudando a sus pastores. Se ha perdido esto, antes había poca palabra pero mucha acción y testimonio de vida. Muchas jóvenes solteras asumen que siempre están las hermanas mayores quienes deben estar haciendo estas obras de misericordia, pero ¿dónde están mujeres de Dios? Hay falta de pasión llegando a ser pecaminoso. Jovenes solteras pueden tener mucho tiempo pero son consumidas por el trabajo, por los estudios. Hermanas somos cristianas del último tiempo, hoy es el tiempo en que tenemos que movernos, como Marta un día el Señor nos demandará diciendo: “afanada y turbada”. Aproveche el vigor de la juventud aprovechando bien el tiempo.



¿Cómo una mujer soltera puede dar mal en la iglesia?


Siendo insensible a las necesidades de sus pastores y hermanos.

 


¿Cómo una mujer soltera puede dar bien a sus vecinos?


Siendo empáticas con nuestros vecinos. Vivir en comunidad conlleva a ser responsable en varios ámbitos; acústica, tenencia responsable de mascotas, cuidando áreas comunes, entre otros. Dando buen testimonio de vida cristiana a los vecinos.

Al recordar a Marta y María cuando sus vecinos supieron que su hermano Lázaro había muerto fueron a consolaras como se lee en Juan 11:19  “y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.”  Se comprende que ellas eran respetadas y queridas en su comunidad, pues ellas daban bien a sus vecinos.


Como una mujer viuda:


¿Cómo una mujer viuda puede dar bien?

Al leer la historia de Ana la profetisa en Lucas 2:36-37  Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.” 

Ana, toda su vida se dedicó a dar bien en la iglesia y toda su vida al servicio del Señor, y un  día llegó a ver que con sus propios ojos al redentor. Ella hablaba de Jesús a todos, y esperaba a el Salvador. 

Es difícil asumir la etapa de viudez, asumir la soledad propia en ese tiempo, pero hay que pararse y preguntarse ¿Cómo enfrento y asumo esta etapa de viudez? Cuando al despertar en la  mañana no se ve a nadie, no olvidar que Jesús está a su lado, aunque parece que Él no está. 

En tiempo de viudez se hace bien cuando imitamos a Ana, cuando salimos de nosotras mismas haciendo el bien a los que nos rodean, ¿Cómo enfrentar el día a día?  teniendo  fe porque no es por vista, por fe lo sentimos al Señor a nuestro lado, tomando decisiones radicales, como a Ana ciñéndonos  esperando su venida.

 

Ana debió haber pasado por momentos bien duros, pero sólo en Jesucristo pudo tener plenitud, el esposo de la separada, el esposo de la viuda, es Jehová de los Ejércitos. Aprendamos de Ana que decidió vivir para la obra del Señor y aprendamos a dar bien hablando del Salvador Jesucristo.

Correo ieclacisterna@gmail.com Horas Reunión domingo 18:30hrs// Reunión de oración: martes 20:00hrs // Clase de Dorcas: miércoles 19:00hrs// Reunión jueves 20:00hrs
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